Uy, ahora hacía bastante tiempo que no hacía una receta que no fuese 100% raw (aunque los que me seguís por instagram ya sabéis que también me gusta comer algunos alimentos que han sido cocinados), precisamente hace muy poco colgué una foto de mi cena de ensalada multicolor y mazorca de maiz… y es que las mazorcas de maíz son mi perdición. Cada vez que tengo oportunidad de comprar una ecológica, sencillamente lo hago.

En Menorca se encuentran muy poquito, pero ahora que nos hemos instalado cerca de Barcelona por una temporada, resulta que las tengo a mano cada dos por tres. Así que si, esta temporada puedes imaginarme comiendo marzorca por lo menos una vez a la semana.

Y así, entre mazorca y mazorca se me ocurrió hacer esta receta. Hacía tiempo que tenía ganas de volver a hacer tartaletas, que en la comida crudivegana son difíciles de encontrar (y añoradas, ¿verdad? con lo ricas que  son las quiches… mmm). He optado por el maíz en vez de por alguna otra semilla como pipas o nueces, precisamente porque no quería cargar la receta de grasas por todos lados, pues el relleno ya tiene su parte.

También me apetecía aprovechar los restos de hacer leche vegetal, para enseñaros un ejemplo de como darles salida (restos de leche hecha con almendras sin pelar).

Y además he aprovechado el sol y calor del verano, para mostraros que no hace falta tener una deshidratadora para empezar a hacer algunos panes y crackers. Las tartaletas quedaron hechas en menos de siete horas de sol. Las puse por la mañana como a las once y estuvieron listas por la tarde, hacia las seis.

¿Que diferencia marca usar la deshidratadora versus el sol? nutricionalmente ninguna.

¿Y que diferencia marca utilizar el horno en vez de la deshidratadora o el sol?

Los alimentos crudos mantienen intactas todas sus propiedades nutricionales, sin embargo cuando comenzamos a calentarlos por encima de los 48 °C éstas se modifican, hasta el punto de convertirse en tóxicas si nos excedemos con su cocción. Y una de las peores mutaciones, son precisamente las grasas chamuscadas. Por eso en la cocina saludable (ya sea macrobiótica, vegana o vegatariana, etc) siempre se nos recuerda que es necesario evitar los fritos, las barbacoas y los horneados.

Dicho esto, decirte que aunque elijas hacerla en el horno, siempre que no las chamusques, estas tartaletas van a resultar saludables. Basta con mirar los ingredientes… no llevan huevos, ni mantequillas, ni harinas… ¡así que no te cortes! ¡éste ya es un gran paso!

El relleno es de guacamole, pero con una ligera modificación que aprendí de Kristina Carillo-Bucaram, de Fully Raw y que me enamoró al instante ¡rebajar el contenido graso del guacamole utilizando calabacín! muy muy grande. El calabacín queda perfectamente oculto, no le resta absolutamente nada a la receta.

Así que este es el resultado. Unas tartaletas de lo más caprichosas. Ligeras, sencillas y aunque no sean 100% crudas son de lo más saludables y están llenas de vida, nos aportan ácidos grasos omega 3, enzimas, vitaminas, son de fácil asimilación y muy alcalinizantes.

Aprovecho una vez más, para repetir que desde mi punto de vista es mucho más sensato llevar una alimentación baja en grasas y sal que una alimentación 100% crudivegana.

La tartaleta no es muy aromática y tiene un ligero deje dulzón, se nota muy presente el maiz, recuerda un poco a una tortita mexicana. Y con el, ahora si, aromático relleno de guacamole, acompañado de tomatitos cherry dulzones, resulta una delicia. Ideal para acompañar con una buena ensalada.

 

TARTALETAS DE GUACAMOLE

• Cantidad: 3 tartaletas

• Tiempo: 20 min + deshidratación + 10 min montaje

• Utensilios: robot de cocina + deshidratadora (opción horno o al sol)

Ingredientes tartaletas:

1 mazorca de maíz (1T desgranada)
1T de pulpa de almendra (húmeda)
1c de cebolla deshidratada
1/4T de lino recién molido
cilantro fresco
sal al gusto

*** UPDATE!: añadir 1/2 pimiento rojo a los ingredientes de la base… ¡queda infinitamente más sabrosa!

Ingredientes guacamole:

1 aguacate chiquitín
1 calabacín pequeño
un manojo de cilantro
cebolla
3 o 4 tomatitos cherry
zumo de lima al gusto

tomatitos cherry para decorar

Procedimiento:

1. Pon agua a hervir y cuando entre en ebullición baja el fuego y añade la mazorca. Deja que hierva a fuego lento unos 10 minutos. Retira y enfría bajo el grifo.

2. Con la ayuda de un cuchillo desgrana la mazorca.

3. Pon los granos de maíz en el robot de cocina. Añade la pulpa de almendra húmeda, la cebolla, la sal y tritura.

4. Por último añade el lino. Mezcla bien.

Tiene que quedar una masa húmeda, que te permita hacer una bola, de no ser así puedes corregirlo añadiendo más pulpa de almendra pero seca, o trigo sarraceno hecho harina.

5. Forra unas tartaletas individuales con papel de repostería y da forma a las tartaletas. Trata de que no te queden muy gruesas.

6. Ahora lo puedes llevar a la deshidratadora, tal cual, con el molde y dejar a 42°C unas 4 horas más o menos y cuando veas que están hechas por arriba ya las puedes desmoldar y continuar deshidratando unas 4 horas más o hasta que esté hechas.

Si has optado por la opción solar, haz lo mismo tal cual en la zona exterior que hayas escogido (en un día de verano, tardarán más o menos lo mismo o incluso menos).

Si quieres utilizar el horno, hazlo con cuidado, (a unos 150-180 °C si tienes opción por arriba y por abajo y con aire, mejor que mejor) tardará bastante menos en hacerse, en una hora podrían estar hechas (sin necesidad de darles la vuelta).

7. Una vez que estén hechas, no las rellenes hasta que se aproxime la hora de comerlas, así la masa no se humedecerá en exceso. Además el montaje se hace en ¡cero coma!.

8. Para hacer el guacamole: introduce el aguacate y el calabacín pelado en el robo y tritura hasta que queden bien mezclados y triturados. Luego añade la cortada cebolla chiquitita, los tres tomatitos troceados, el cilantro y la lima y vuelve a triturar hasta obtener el guacamole.

9. Haz rodajitas de tomatitos cherry, rellena las tartaletas con el guacamole y decora con los tomatitos.

¡Sirve y disfruta!