Ay ay ay… ¿cuántas veces hemos sentido un hambre voraz, rotundo e inminente y nos hemos comido lo primero que hemos encontrado en casa o en una tienda? Si tenemos tan «mala pata» de que nuestra elección ha sido desafortunada, es más probable que en vez de saciarnos felizmente para poder continuar el día con el estómago satisfecho y una sonrisa de felicidad, obtengamos el efecto contrario, es decir: infelicidad por habernos comido algo que «no debíamos», una digestión pesada y quizás, incluso, al no habernos nutrido es más que probable que al poco rato volvamos a tener hambre.

Y si, es que nuestras elecciones son, sin dudarlo, enormemente importantes. Y si, es que la comida nos afecta a muchos niveles, entre ellos el emocional y por supuesto la salud.

Y así como hay malas elecciones, hay también elecciones especialmente sabias. Así como podemos RESTAR con lo que elegimos comer, también podemos SUMAR. Sumar salud, nutrición, bienestar y por lo tanto AMOR.

Pero si, créeme que yo te comprendo, un ataque de hambre voraz suele requerir inmediatez. O quizás simplemente queremos dedicar muy poco rato a tomarnos ese snack. Sea cual sea el caso, este batido te va a gustar, ¿porqué? porque se prepara en menos de 5 minutos y porque también es un snack ideal para llevarte en un termo al trabajo. Por supuesto, puedes tomarlo a modo de batido, pero si quieres hacerlo un poco más especial, es tan fácil como añadirle unas frutas por encima o si lo quieres más «goloso», unas nibs de cacao.

Por cierto, sólo un apunte más, verás que la receta te indica remojar las semillas de chia unas 4 horas. Este paso facilita su absorción, pero si estás en un «apuro» y no las has remojado, puedes hacerlo perfectamente sin, simplemente utiliza un poco menos de líquido al batir, para que quede más espeso.

Puedes leer más sobre este batido en el artículo que acompaña la receta.

¡Espero que esta receta te guste, te tiente y te ayude a comer cada día más sano y equilibrado!

Mira la receta completa en la revista Soy Como Como.

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Aquí un extracto de lo que encontrarás en la receta

«Una de las claves para tener éxito en la alimentación saludable es saber hacer desayunos, comidas, snacks… que sean sumamente tentadores y deliciosos en sabor. Si además son rápidos de hacer, fáciles de digerir, con un alto valor nutricional y no contienen azúcar… ¡Bingo! Tenemos un plato inteligente con el que deleitarnos, mantenernos motivados en nuestra misión a la vez que aportamos máxima nutrición a nuestras células.

Esto es exactamente lo que conseguimos con este batido de chía y fresas, que es ideal para toda la familia.

¿Por qué? Porque con este excelente snack, que, por cierto, se tarda unos 3 minutos en tener listo, estaréis ofreciendo un verdadero coctel nutricional y antioxidante a vuestras células, que además os encantará tomar y que, si compartís, conquistaréis a cualquiera.

Las semillas de chía son conocidas por ser una magnífica fuente de proteínas (contienen todos los aminoácidos esenciales), ácidos grasos omega-3 (la mayor fuente de origen vegetal), sustancias antioxidantes (3 veces más que los arándanos) y antiinflamatorias, fibra, hierro (3 veces más que las espinacas), calcio (5 veces más que la leche) y magnesio, entre otros. Propiedades que se hacen especialmente asimilables si hemos “activado” previamente la semilla, tal y como describo en la receta, y si las trituramos, ya que sus nutrientes son más fáciles de absorber.»