¡Amorcitos! a salido publicada mi última receta para Pull The Metal, el blog de Pull&Bear. Pay attention que esta os va a gustar pero que mucho mucho… que sii… ¡que no todo tienen que ser alimentos crudos! éstos se pueden combinar perfectamente con otros cocinados y obtener resultados tan alegres, tentadores, depurativos, nutritivos y absolutamente deliciosos como éste.

Si, vosotros sabéis que soy una gran amante y promotora de los alimentos crudos, ¡me encantan!, que digo, espera, ¡me requeteencantan! pero seamos realistas, en esta época del año, éstos son sólo una parte de mi alimentación (una buena parte, si), pero en estos días me podéis imaginar cocinando alguna verdura o cereal, al medio día para acompañar mis verdes crudos, mmm… digamos que una una tercera o cuarta parte de mi plato del medio día es comida amorosamente cocinada. El cuerpo me pide eso, así como en los meses más cálidos regreso de forma natural a comer prácticamente crudo.

Esta receta es un buen ejemplo de lo que en estados unidos llaman, muy acertadamente, comfort food. Es decir, comida tradicional, eso si, normalmente propia de tu tierra, que te hace sentir bien, que te transporta a un momento placentero. Y es que con la comida el placer también es importante. Si no conectas con tu alimentación, si ves restricciones por todas partes, si echas de menos mucho otros alimentos o tipos de cocción, toda esa información y frustración que en un micro segundo atraviesa tu cerebro se plasma en todo tu ser, en cada una de tus células, generando un efecto negativo que puede ser incluso más dañino para tu salud que comer ese alimento que con tanta obstinación y disgusto rechazas. Y no queremos eso, ¿verdad?. Lo que queremos es sentirnos sanos, saludables, en paz y felices en todo momento. ¡Ésa es la verdadera clave del éxito!.

Bueno, pues con esta receta queda inaugurada para este año una nueva etapa en la que voy a comenzar a compartir recetas cocinadas con las que acompañar una dieta alta crudos. Recetas que, claro está, yo cocino normalmente en casa y que son muy súper-saludables y súper-vegetales. Bien ¿verdad? yo la verdad es que ¡estoy feliz de comenzar a hacerlo!

Por cierto, esta receta se puede comer tanto en frío como en caliente, ¡está deliciosa de cualquier manera!

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