snickers saludables
snickers saludables

  • snickers saludables
  • snickers saludables

La gran mayoría de veces, tienes ser tú quien cojas tú sueño y hacer que suceda. No puedes esperar a que nadie lo haga por ti, y tampoco puedes esperar a tener las mejores condiciones porque es probable que no lleguen nunca.

Yo debo reconocer que desde hace un mes y medio que no he parado quieta. Apenas me he podido dar cuenta del aterrizaje de Menorca a Barcelona, no he tenido apenas tiempo para asimilarlo. Una tarea tras otra se han ido concatenando, un objetivo tras otro, pequeños pasos de hormiguita, pero firmes y sin descanso. Cierto que esta situación me ha llevado a que de nuevo los emails y mensajes se me acumulen sin piedad, a no escribir recetas en el blog, a no pasear apenas por mi nuevo hábitat y también a reducir mis momentos de placer, como mis clases de yoga, bajo mínimos.

Pero estoy feliz, muy feliz y satisfecha porque lo he hecho de forma consciente y premeditada y porque todo está bajo el paraguas de un mismo propósito: Empezar a hacer realidad mi nuevo sueño. El sueño que me ha dado las alas y confianza que necesitaba para soltar la vida que había creado y reinventarme de nuevo.

Y porque se me puso entre ceja y ceja que para este mes de diciembre tenía que suceder, para este mes de diciembre tenía que tener listo el primer paso, un paso minúsculo de todo lo que estamos creando.

Y si, parece mentira que lo hayamos conseguido, o mejor dicho, que lo estemos consiguiendo, que para este viernes el primer taller desde nuestra nueva plataforma (en fase provisional) vea la luz.
Así que hoy lunes despierto feliz, nerviosa, tranquila, exhausta, inquieta. ¡Si! Todo a la vez. Un cúmulo de sensaciones que están en continuo vaivén y que seguro que me acompañaran durante toda la semana. ¿Las dudas? Las típicas. Las que todo ser humano puede tener cuando apuesta por algo nuevo. ¿Gustará?

¿Nos hemos arriesgado? Seguro que si. Pues salimos a la luz en una fase en la que aún le estamos dando forma al proyecto que estamos creando. Cualquiera nos diría que estamos locos. Y quizás lo estamos, pero nos mueven una ganas demasiado grandes y la confianza (que a momentos inevitablemente flaquea) en que todo saldrá bien.

¡Si supieseis cuánto estamos soñando! ¡Cómo vuela nuestra imaginación! Y las ganas que tenemos de seguir trabajando para que en unos meses el proyecto al completo sea una realidad. Pero ahí estamos, de momento, trabajando como hormiguitas para que de sólo unos días el primer pasito, será una realidad. Jo, creedme, ¡qué nervios!

Pero basta ya de hablar de lo que vendrá, centrémonos en lo que tenemos ahora, que es precisamente una receta que hace varias semanas que quería compartir, y que de hecho, hice en modo de agradecimiento, para todas/os vosotras/os, pues son ya tres años y medio con el blog…

Y si he llegado hasta donde estoy es precisamente gracias a vosotras/os, que gracias a vuestra compañía, interés y cariño me habéis ayudado a crecer. (Y que gracia, que ahora que releo el texto, sonrío al darme cuenta la relación estrecha que hay entre mis sentimientos de hace tres años y los que tengo ahora).

¿Quién me hubiese dicho hace tres años que a día de hoy iba a tener mi libro a punto de publicarse?¿O que iba a hacer talleres cada mes y que iba a tener la suerte de poder compartirlos con tantísimas personas? ¿o que iba a crear mi propia escuela online? Ni de lejos podía imaginarlo.

Así que no tengo palabras que puedan expresar el agradecimiento profundo que siento hacia cada una/o de vosotras/os. Porque sois vosotras las que con vuestra compañía e interés me habéis ayudado a hacerlo una realidad. Así que ¡GRACIAS INMENSAS!

Quizás esta pequeña receta de hoy, este capricho máximo, que es súper saludable y súper fácil de hacer os pueda transmitir lo que que a mi se me queda corto decir. Ojalá la hagáis y la compartáis y podáis sentir un poquito del amor enorme que os mando con ella.
Estos twix son simplemente un escándalo, son increíbles y deliciosos, perfectos para niños. Pequeños y grandes. Veréis que la receta es realmente fácil de hacer, si os falta algún ingrediente, como la pulpa de almendra, la podéis sustituir por harina avena, por ejemplo, o cualquier otro fruto seco. Y si no conseguís manteca de cacao, podéis hacer la cobertura con aceite de coco.

Quizás me dejo algo por decir, pero bueno, en cualquier caso, si vas a hacerla y tienes alguna duda, ya sabes que me puedes escribir

Por cierto, la manteca de almendra es como un tahini, pero hecho con almendras blancas crudas, la puedes comprar hecha o la puedes hacer en casa muy fácilmente, triturando las almendras en un procesador o robot de cocina o algo similar (un aparato con una base ancha y unas aspas grandes) hasta que sueltan el aceite y se convierte en una manteca.

TWIX. EL CAPRICHO MÁXIMO QUE AHORA YA PUEDES COMER

Cantidad: 8-10 barritas
Preparación: 25 minutos
Enfriado: 6 horas
Utensilios: procesador de alimentos
Conservación: congelado o nevera

Galleta:

1 T (80 g) de harina de almendra
¾ T (45 g) de pulpa de almendra seca (resto de hacer leche vegetal)
¼ c de vainilla en polvo
una pizca de sal
5 C de sirope de arce, agave crudo, melaza o yacón

Caramelo:

12 dátiles Medjool
1/3 T de manteca de almendra blanca
¼ T (60 ml) de agua
½ c de mesquite (opcional, sólo da más sabor a caramelo)
una pizca de sal

Cobertura:

125 g de manteca de cacao
1 T (85 g) de cacao crudo en polvo
¼ T (60 ml) de agave crudo, sirope de coco o azúcar de coco o panela hecho glass
¼ c de vainilla
pizca de sal

Preparación

1. En un bol, pon todos los ingredientes secos de la galleta y mezcla bien. Luego añade el sirope y mezcla de nuevo. Debe quedar una consistencia algo pegajosa. Prepara un molde alargado con papel de hornear (son perfectos los moldes metálicos sin fondo de emplatar). Si utilizas uno de estos, basta que lo pongas sobre una tabla encima de un papel de hornear. Lleva al congelador mientras preparas el caramelo.

2. Pon todos los ingredientes del caramelo en un procesador de alimentos o similar y tritura hasta que se forme una pasta espesa y pegajosa. Si le cuesta mucho añade un poco más de agua.

3. Pon encima de la galleta, aplana todo lo que puedas y lleva al congelador una hora y media. Pasado ese rato retira del molde y corta en palos estrechos y largos. Pon sobre un papel de hornear y lleva a congelar un mínimo de 4 horas (esto es para que luego la cobertura se solidifique rápido).

4. Para hacer la cobertura, derrite la manteca de cacao al baño maría y añade el resto de ingredientes. Mezcla muy bien. Prepara un papel de hornear, saca tus twix del congelador, baña en el chocolate con ayuda de dos tenedores, deja que gotee el exceso de cobertura y apoya sobre el papel de hornear. Una vez termines con todos, lleva de nuevo al congelador para que solidifique bien.

5. Guarda en el congelador o nevera. Si están en el congelador pon en la nevera 20 minutos antes de comer.

Compartir Artículo |

33 comentarios en “Twix. El capricho máximo que ahora ya puedes comer

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

  1. Hola Elka! Ayer probé la receta y la verdad es que las barritas están riquisimas! Lo unico, me quedó la base un poco blanda y eso que seguí la receta al pie de la letra… Quizás usé un molde un poco mas grande y la base de galleta la hice demasiado fina… Me costó cortar las barritas y al bañarlas en el chocolate algunas se me rompian pero aun asi estaban buenisimas! ;)

    1. Hola Mireia, muchas gracias por tu feedback! ostras, si te quedaron blandas, lo que tienes que hacer la próxima vez es añadir un poco más de algo seco o un poco menos de aceite. testear y ajustar durnte el proceso. tienes razón que algunas se resqubraja un poco. Eso es normal. Pero seguro que con una galleta más gorda eso sucedería menos. En cualquier caso, me alegra saber que te gustaron :) mcuhas gracias por compartir! elka

  2. Me voy a animar a hacer esta receta, que he visto también que está en tu maravilloso libro. Una pregunta Elka, ¿sabes cuánto tiempo y a qué temperatura debería estar la pulpa de almendra para secarse? Igual ya has respondido a esta pregunta alguna vez, pero no lo encuentro sorry.

    1. Hola Raquel! que bien! te va a encantar seguro! tal y como digo en el libro, lo mejor para secar la pulpa es el sol o una estufa, si lo haces en el horno ve con mucho cuidado de que no se te queme! yo podría aire y una temperatura suave :)

  3. Hola!, gracias por tu página, tu blog, tus libros (me acabo de comprar el de helados!). Me apetece hacerlo todo y no sé por dónde empezar. De momento, una pregunta en cuanto a los Twix: cuando hablas de harina de almendra, te refieres a almendra molida o es que hay también harina?

    1. Hola Manuela, bonita! que alegría, gracias a ti por tus palabras :) harina de alemndra es almendra molida :) un abrazo inmenso, elka

  4. Hola Elka, por casualidad acabo de encontrar esta receta, y me gustaria saber cómo hacer la manteca de almendras blanca. Tengo almendras pero con su piel, cómo la hago?

  5. Hola Elka, ante todo felicitarte por este magnifico trabajo. Tengo tu libro y me decidí con esta receta, que he de decir tiene un sabor idescriptiblemente exquisito. Sin palabras. Pero al igual que otros la galleta no me quedo nada bien, se rompía y apenas le puse cobertura por encima. Leí enel libro que la harina de almendra se hacia moliendo la pulpa seca de almendra y luego le añadía pulpa seca. Pero es lo midmo entonces? Se me quedó muy seca la base y se desmenuzaba aunque le agregué algo mas de aceite de coco. Pero no me rindo. No he probado nada igual. Agradecería me resolvieras la duda. Un saludo.